El plátano ligón fue hacia el frutero que había en medio de la mesa de la cocina, con aires de grandeza. Se miró las dos manzanas que quedaban allí. Ambas parecían buenas. Realmente, no sabía cuál era la mejor. Tenía tantas dudas sobre a quién de las dos entrar primero que decidió preguntar a las manzanas: - ¿Podéis ayudarme a decidir? ¡Sois tan hermosas las dos! - les susurró. No hubo ninguna respuesta instantánea, las manzanas no hablaron, se lo quedaron mirando, algo sorprendidas, por la actitud del plátano macho. De repente, una de las manzanas empezó a hablar: - Hola, mi nombre es Fuji. ¿Por qué no me comes a mí? Soy una manzana muy viajera. De donde vengo, las manzanas crecen en abundancia de los miles y miles de manzanos que hay. Por lo tanto, tengo mucha familia. Además soy una manzana con experiencia: para llegar hasta aquí donde me ves, he hecho muchos kilómetros y ... claro, después de haber pasado horas y horas dentro de una caja, no me gustaría ha...
Había una vez, una mujer que era muy, muy pobre e iba desnuda. Nadie conocía su nombre, supongo que era tan pero, tan pobre que ni nombre tenía. Los de la ciudad de RIQ la llamaban Moneda porque siempre iba pidiendo. Casi todo el mundo tenía dinero para vestirse, elegantemente, ya que era una ciudad de ricos y riqueza abundante. No obstante, también, había gente pobre como Moneda que no tenía ni para pagarse unas bragas y solo tenía lo justo para sobrevivir. Debido a su estatus económico, Moneda no tenía amigos. Muchas personas al verla pasar, la miraban y se reían de ella, constantemente. La pobre muchacha, cada día, después de pedir limosna, llegaba a casa y se pasaba media noche llorando, pues odiaba su situación. Un día, harta, al oír como alguien empezaba, otra vez el show cómico, como si fuera un vulgar mono de feria, dijo: “Sí, estoy desnuda, ¿Qué pasa?” Y todos, al escucharla gritando se fueron corriendo. Un hombre se le acerc...