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EL PLÁTANO LIGÓN

El plátano ligón fue hacia el frutero que había en medio de la mesa de la cocina, con aires de grandeza. Se miró las dos manzanas que quedaban allí. Ambas parecían buenas. Realmente, no sabía cuál era la mejor. Tenía tantas dudas sobre a quién de las dos entrar primero que decidió preguntar a las manzanas: - ¿Podéis ayudarme a decidir? ¡Sois tan hermosas las dos! - les susurró. No hubo ninguna respuesta instantánea, las manzanas no hablaron, se lo quedaron mirando, algo sorprendidas, por la actitud del plátano macho.  De repente, una de las manzanas empezó a hablar: - Hola, mi nombre es Fuji. ¿Por qué no me comes a mí? Soy una manzana muy viajera. De donde vengo, las manzanas crecen en abundancia de los miles y miles de manzanos que hay. Por lo tanto, tengo mucha familia. Además soy una manzana con experiencia: para llegar hasta aquí donde me ves, he hecho muchos kilómetros y ... claro, después de haber pasado horas y horas dentro de una caja, no me gustaría ha...
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LA POBRE MONEDA

Había una vez, una mujer que era muy, muy pobre e iba desnuda. Nadie conocía su nombre, supongo que era tan pero, tan pobre que ni nombre tenía. Los de la ciudad de RIQ la llamaban Moneda porque siempre iba pidiendo.  Casi todo el mundo tenía dinero para vestirse, elegantemente, ya que era una ciudad de ricos y riqueza abundante. No obstante, también, había gente pobre como Moneda que no tenía ni para pagarse unas bragas y solo tenía lo justo para sobrevivir. Debido a su estatus económico, Moneda no tenía amigos. Muchas personas al verla pasar, la miraban y se reían de ella, constantemente.  La pobre muchacha, cada día, después de pedir limosna, llegaba a casa y se pasaba media noche llorando, pues odiaba su situación.  Un día, harta, al oír como alguien empezaba, otra vez el show cómico, como si fuera un vulgar mono de feria, dijo: “Sí, estoy desnuda, ¿Qué pasa?” Y todos, al escucharla gritando se fueron corriendo. Un hombre se le acerc...

EL DIENTE OSCURO

Los dientes de leche son muy importantes para la salud. Nos ayudan a masticar, a hablar y a sonreír.  Betania era una mujer de 30 años. Tenía todos los dientes que se puede tener y no tener en esa edad. Tenía una boca similar a la de otras muchas, quitando el hecho que ahora tenía un diente oscuro.  Siempre había tenido mucha suerte, no obstante, su suerte cambió. Una tarotista y mangante, a la que Betania nunca daba monedas, ni le hacía caso, le hecho un mal de ojo y todo le empezó a ir mal. Había sido una chica racional en este aspecto y nunca pensó que lo del mal de ojo fuera ciencia cierta pero, sí, lo era: perdió el trabajo, rompió con su pareja, tuvo conflictos familiares...no se lo podía creer. Un día, al mirarse al espejo, se dio cuenta que tenía un diente oscuro que se oscurecía más, cada vez, ocurriéndole más desgracias.  Cuando ya no podía ser más infeliz, mirando a ese diente feo a través del espejo, decidió arrancárselo. A la maña...

ROSAURA Y EL HOMBRE QUE LA ENAMORÓ

La mayor parte de las rosas, tienen seducción y encanto, es una capacidad inconsciente que les sirve para enganchar a determinados hierbajos. El poder de Rosaura había cautivado a una legión de admiradores pero, a esta rosa, no le interesaba ninguna planta, pues le molestaba que solo la quisieran por su atractivo. Un día un hombre se acercó a la rosa y le susurró palabras bonitas. Ella se sorprendió, pues nadie le había dado conversación, solo la habían admirado, babosamente. Estuvo dedicándole 3 días, recitándole palabras como si fueran, en todo su conjunto, poemas hechos de improvisto para ella. Rosaura se enamoró de aquel hombre y cuando se iba a declarar, el hombre la cortó y se la entregó a la mujer con la que se iba a casar.  Moraleja laboral: no te fíes de las ofertas de trabajo atractivas (no cualificadas y con alto salario), ni tampoco de los profesionales que su labia enamora.

MULTITASKING

Karma era una mujer que vivía en Unitasking. Ella no se sentía miembro de aquel lugar porque no disfrutaba de hacer una única tarea día, sí, día, también. Ni, tampoco, ser siempre de la misma manera.  Los habitantes eran rutinarios y aburridos. No existía el humor. Si uno se hacía economista, lo era para toda la vida. La vida era entendida para sobrevivir, no para vivir. No había tiempo para el ocio y menos para reír. Karma era economista y quería ser maestra, razón por la cual, fingió la identidad de su abuela (que residía enferma en cama). Pasó 5 años, bien largos y felices, como maestra pero, al final, la pillaron (demasiado joven para tener tan pocas arrugas). Avisaron a la policia y, de los nervios y poniendo mil excusas, soltó tal carcajada que más que acompañar a la joven al calabozo, los dos policias de turno, la llevaron al loquero.  Hubiera acabado triste y solitaria como un perro enjaulado, si no hubiera sido porque el loquero estaba "loco" como ella. El l...

GOMINOLA, SALADO, FLORIPONDIO

"No lo quiero, no me apetece, es como si todo el mundo me ofreciera pastel y yo no quiero el, puñetero, pastel"- decía con amargura el osito Salado. Este, no era como los demás, feliz y amante del dulce, no. Salado estaba harto que en su vida todo girara alrededor de los pasteles, dulces y grasientos postres de azúcar. Todos trabajaban de pasteleros en la fábrica: "Miss Pastelito Azucarado", nombre demasiado cutre, según el osito. Nadie de su especie era jardinero, no se podía. A él, le encantaban las flores. Todas las conversaciones e incluso los nombres tenían que ver con el dichoso pastel. Salado era antes "Gominola" pero, se lo cambio. Él quería llamarse "Floripondio" pero, no era un ingrediente del pastel y no era apropiado para un nombre de oso. Irritado y frustrado quiso cambiar la situación y no se le ocurrió ninguna cosa mejor que llenar de harina la chimenea de la Fábrica por la noche para acabar con los pastelitos, día sí, d...

DESPLUMADO

Esta mañana, estaba el pájaro de fuego, tan tranquilo, correteando por la puerta de Palacio y regalando a los visitantes sus plumas de colores, cuando de repente, sin esperarlo, la reina, lo echó a patadas. Todo el mundo conocía el carácter fuerte que tenía esta y el desagrado que tenía por las especies plumosas. Total, el pájaro de fuego, de una patada intencionada real, voló lejos, sin control, más allá del reino. Apareció, algo dolorido, en un frondoso bosque, sin poder ver, aún nadie, debido su espesor, ¿A quién le regalaría, ahora, sus plumas? Tenía que cambiar de plumaje pero, no podía tirarlas, sin más. No formaba parte de sus valores. Después de mucho buscar, por tierra, algún ser vivo, sin éxito pero, con esperanza, levantó la cabeza y miró hacia arriba. Estaba de suerte, había una familia de ardillas. Se subió a un árbol y fue saltando de rama en rama, persiguiendo a esos seres, dándoles sus plumas y quedándose sin el plumaje antiguo. Aunque ahora se ve...