Había una vez, una sirena llamada Blue que era la única en su especie, en el rico océano azul del Atlántico. Las sirenas habían sido cazadas, anteriormente, por los humanos y había, realmente, pocas. Se sentía muy sola porque no tenía amigos, al ser tan diferente. Un día, le cayó en la cabeza un vaso de café, le hizo daño pues, venía de muy lejos, del espacio infinito. El vaso de café era de un alienígena, llamado Mike. Mike se deleitaba, cada mañana, viendo a los seres del planeta Tierra con su, grandioso, telescopio galáctico. Era un ser peculiar, ya que nadie de Marte estaba interesado en aquel planeta y menos en la vida que había allí. Él era el único en ver a la sirena como un ser extraordinario, Blue, sin duda, se había convertido en su ser preferido. Al caerse, por descuido, la bebida que estaba tomando en la cabeza de la sirena, no vio mejor oportunidad para comunicarse con ella. Establecer comunicación entre Marte y la Tierra no era sencillo y decidió que por cad...